Ayer en la tarde entré a Instagram y me encontré con una publicación de una empresa que sigo. Publicaron una carrusel de dos imágenes que contenían mucho texto.
Era tanto texto que estaba en tal tamaño que hacía darme cuenta que la edad está impactando en mi vida y tengo que ir al oftalmólogo.
Esto me hizo reflexionar sobre el uso incorrecto de las redes sociales.
Sin dudas vivimos en una época donde las redes sociales están ocupando gran parte de nuestra vida y las empresas ya no dudan en estar presentes en ellas, ya que su público está conectado todo el tiempo.
Claro, en vez de publicar unas imágenes con exceso de texto, hubieran hecho un reel donde algún directivo de la empresa cuente esa historia con un buen gancho que atrape a la audiencia y consigue una buena tasa de visualización y así quizás llegue a viralizarse.
El problema está en que si no se llega a viralizar, por los cambios constantes de los algoritmos, el alcance orgánico termina siendo bastante bajo, y ni siquiera llegaría a una buena cantidad de sus propios seguidores.
Otro problema de publicar un texto largo en redes sociales es que el tiempo de los usuarios, estando en ellas, es fugaz, entonces no se alcanza a leer. De hecho, ni yo terminé de leer el texto, no supe de qué se trataba.
Hay casos donde las comunicaciones deberían pasar por otro canal más efectivo: el email o newsletter.
No damas y caballeros, el email marketing no está muerto, el envío de emails con cierta frecuencia es el mejor canal para mantener un contacto más cercano con nuestros clientes.
¿Por qué hacer email marketing?
- El email siempre llega al destinatario, la clave está en usarlo correctamente para que la tasa de apertura sea óptima. Para esto hay que trabajar la temática de los emails, frecuencia de envío y calidad del texto tanto del asunto como del contenido. Lo importante es que no estamos sujetos a los algoritmos de las redes sociales que pueden limitar el alcance orgánico de las publicaciones.
- Leer un email implica mayor atención y compromiso, especialmente si se presenta de manera atractiva y valiosa para el lector.
- Esa base de datos es de nuestros clientes y suscriptores, tenemos sus datos, por lo tanto podemos segmentar y personalizar los emails como deseemos.
- Y finalmente, fomentamos la fidelización. Al enviar los emails con cierta frecuencia, fortalecemos la relación con nuestros clientes.
Aprendamos a monetizar uno de nuestros mejores activos: nuestra base de datos. Podremos aumentar el alcance, el compromiso y esto se traducirlo en mayores beneficios para nuestro negocio.